Carlos Rafael Yllescas M.  
 
  BIOETICA 19-04-2024 20:22 (UTC)
   
 

Contenido: Bioética. División de la bioética. Valor absoluto de la persona. Los cuatro principios de la bioética. Características de la bioética. Características de la bioética. Los desafíos éticos de hoy.

Bioética

La bioética es la rama de la ética que se dedica a proveer los principios para la correcta conducta humana respecto a la vida, tanto de la vida humana como de la vida no humana (animal y vegetal), así como del ambiente en el que pueden darse condiciones aceptables para la vida.

En su sentido más amplio, la bioética no se limita al ámbito médico, sino que incluye todos los problemas éticos que tienen que ver con la vida en general, extendiendo de esta manera su campo a cuestiones relacionadas con el medio ambiente y al trato debido a los animales.

La bioética es una disciplina relativamente nueva, y el origen del término corresponde al pastor protestante, teólogo, filósofo y educador alemán Fritz Jahr, quien en 1927 usó el término Bio-Ethik en un artículo sobre la relación ética del ser humano con las plantas y los animales. Más adelante, en 1970, el oncólogo norteamericano Van Rensselaer Potter utilizó el término bio-ethics en un artículo sobre "la ciencia de la supervivencia".

División de la bioética

Podemos dividir la bioética en una parte general o fundamental y una parte especial o aplicada. La bioética general se ocupa de los fundamentos éticos, de los valores y principios que deben dirigir el juicio ético y de las fuentes documentales de la bioética (códigos médicos, derecho nacional e internacional, normas deontológicas y otras fuentes que enriquecen e iluminan la discusión, como las biográficas, literarias o religiosas).

La bioética especial se ocupa de dilemas específicos, tanto del terreno médico y biomédico como referentes al ámbito político y social: modelos de asistencia sanitaria y distribución de recursos, la relación entre el profesional de la salud y el enfermo, prácticas de medicina prenatal, el aborto, la ingeniería genética, eugenesia, eutanasia, trasplantes, experimentos con seres humanos, etc.

Es claro que el enfoque que se dé a la fundamentación (bioética general) condicionará las posibles soluciones que se ofrezcan a los dilemas (bioética especial). Así ocurre con el rechazo de la eutanasia en un modelo bioético basado en la búsqueda de la verdad sobre el hombre y en el reconocimiento y respeto de su especial dignidad, o –por el contrario- la entusiasta aceptación de la eutanasia en los modelos relativistas basados en la autonomía absoluta de la libertad individual.

En ocasiones se habla de bioética clínica o toma de decisiones. En ella se examinan dilemas nacidos en el ejercicio asistencial de la medicina, analizándose los valores éticos en juego y los medios concretos disponibles para resolver el conflicto de la mejor manera.

Si bien el caso particular presenta matices a considerar y priorizar, la conducta no debería entrar en contradicción con los valores utilizados en la bioética en general.

Valor absoluto de la persona

Deriva de la idea kantiana de que las personas no son meros medios, sino fines en sí mismas. Sin embargo, nos encontramos con problemas que no se han resuelto de modo unánime: dependiendo del estatuto ontológico que se conceda a los no nacidos (embrión, feto), se hace hace necesaria o no la misma consideración que a la vida humana nacida.

La determinación del estatuto del embrión no depende solamente de datos biológicos, sino de consideraciones sociales y culturales no compartidas por todos, aunque ello no debe dar pie al relativismo, sino que debe animar a seguir buscando y debatiendo.

El valor de la persona humana es una intución o "a priori" que sirve de marco referencial para elaborar la bioética. Por lo tanto, el ser humano tiene dignidad, y no precio. De aquí se deriva el que todas las personas merecen la misma y absoluta consideración y respeto.

Los cuatro principios de la bioética

Pretenden dar contenido al esbozo moral que supone la declaración del valor y dignidad de la persona.

Principio de no maleficencia

Este principio ya se formuló en la medicina hipocrática: Primum non nocere, es decir, ante todo, no hacer daño al paciente. Se trata de respetar la integridad física y psicológica de la vida humana. Es relevante ante el avance de la ciencia y la tecnología, porque muchas técnicas pueden acarrear daños o riesgos.

En la evaluación del equilibrio entre daños-beneficios, se puede cometer la falacia de creer que ambas magnitudes son equivalentes o reducibles a análisis cuantitativo. Un ejemplo actual sería evaluar el posible daño que pudieran ocasionar organismos genéticamente manipulados, o el intento de una terapia génica que acarreara consecuencias negativas para el individuo.

Principio de beneficencia

Se trata de la obligación de hacer el bien. Es otro de los principios clásicos hipocráticos. El problema es que hasta hace poco, el médico podía imponer su propia manera de hacer el bien sin contar con el consentimiento del paciente (modelo paternalista de relación médico-paciente).

Por lo tanto, actualmente este principio viene matizado por el respeto a la autonomía del paciente, a sus valores, cosmovisiones y deseos. No es lícito imponer a otro nuestra propia idea del bien.

Este principio positivo de beneficencia no es tan fuerte como el negativo de evitar hacer daño. No se puede buscar hacer un bien a costa de originar daños: por ejemplo, el "bien" de la experimentación en humanos (para hacer avanzar la medicina) no se puede hacer sin contar con el consentimiento de los sujetos, y menos sometiéndolos a riesgos desmedidos o infligiéndoles daños.

Como dice Hans Jonas (1997 edición española), aunque la humanidad tiene un interés en el avance de la ciencia, nadie puede imponer a otros que se sacrifiquen para tal fin. Matizado de esta manera, el principio de beneficencia apoya el concepto de innovar y experimentar para lograr beneficios futuros para la humanidad, y el de ayudar a otros (especialmente a los más desprotegidos) a alcanzar mayores cotas de bienestar, salud, cultura, etc., según sus propios intereses y valores.

También se puede usar este principio (junto con el de justicia) para reforzar la obligación moral de transferir tecnologías a países desfavorecidos con objeto de salvar vidas humanas y satistacer sus necesidades básicas.

Principio de autonomía o de libertad de decisión

Se puede definir como la obligación de respetar los valores y opciones personales de cada individuo en aquellas decisiones básicas que le atañen vitalmente. Supone el derecho incluso a equivocarse a la hora de hacer uno mismo su propia elección. De aquí se deriva el consentimiento libre e informado de la ética médica actual.

Principio de justicia

Consiste en el reparto equitativo de cargas y beneficios en el ámbito del bienestar vital, evitando la discriminación en el acceso a los recursos sanitarios. Este principio impone límites al de autonomía, ya que pretende que la autonomía de cada individuo no atente a la vida, libertad y demás derechos básicos de las otras personas.

Se pueden plantear conflictos no sólo entre miembros coetáneos de un mismo país, sino entre miembros de países diferentes (p. ej., acceso desigual a recursos naturales básicos), e incluso se habla de justicia para con las generaciones futuras.

Características de la bioética

Tradicionalmente La profesión médica, como las otras profesiones, ha regido su praxis ciñéndose a lo prescrito por  los códigos deontológico  (obligaciones = lo que debe ser); pero en la actualidad las ciencias de la  vida han recibido el impacto de los progresos vertiginosos de la ciencia y la  tecnología en los confines de la vida, de las técnicas de reproducción  asistida y la ingeniería genética, para no citar más que algunos y del daño  que hace el hombre al ecosistema, todo lo cual ha planteado problemas  éticos inimaginables para los profesionales de hace medio siglo; por esta  razón y porque el mundo actual es esencialmente pluralista, se ha  impuesto la Bioética que ofrece métodos de resolución a través del análisis  multidisciplinario. Para ello se proponen los siguientes requisitos básicos:

-Secular o civil: Desde tiempos inmemoriales la ética ha tenido un  carácter  religioso (moral derivada de la religión), en la actualidad se  presenta un fenómeno de laicización de las sociedades, especialmente  occidentales, en las cuales conviven personas que profesan distintos  credos religiosos, con agnósticos y ateos, los mismos que tienen derecho  de libertad de conciencia o sea el respeto a las creencias morales de todos.

De aquí que T. Engelhardt haya postulado los términos de “amigos  morales” y “extraños morales” de acuerdo a la afinidad del individuo por  determinado sistema moral. Sin embargo esto no implica que no sea posible un acuerdo sobre mínimos  aceptables y exigibles a todos, el mismo que debe ser establecido por el  Estado y que constituye el núcleo de la “ética civil o secular”.

-Pluralista: Acepta la diversidad de enfoque y posiciones morales de  las personas, pero las orienta a un bien superior que es el beneficio de  toda la humanidad. Aquí cabe citar el postulado de la Ética Kantiana: “Obra de tal manera que  tu conducta puede ser elevada a ley universal”.

-Autónoma: Es decir que las normas éticas no deben ser impuestas  desde fuera, sino que el criterio moral lo construye a través de la razón el  propio individuo; esto es lo que se conoce como la “voz de la conciencia”

-Racional: Este concepto difiere de la escuela filosófica racionalista  para lo cual la razón puede conocer toda la realidad “a priori” y de allí se  puede establecer un sistema ético de precisión geométrica como  proclamaba Baruch Spinoza.

El pensamiento actual se orienta a que la racionalidad tiene un momento “a  priori” o principialista y otro “a posteriori” o consecuencialista y estos dos  deben armonizarse en las decisiones éticas.

- Interdisciplinaria: La Bioética va más allá de ética médica en el  sentido de que requiere de que la participación de otros profesionales tales  como filósofos, teólogos, abogados,  escritores, miembros de la sociedad  civil, etc. que aporten a la discusión y resolución de los problemas que se  presentan desde su propio punto de vista; de esta manera se enriquece el  debate y se llegan a soluciones de consenso. Esta característica es la base  de los “Comités de Ética”.

-Enfoque prospectivo: Ya se ha manifestado que los adelantos de la  tecnociencia no se van a detener sino que continúan avanzando de una  forma incontenible.

-De aquí surge la pregunta: ¿se debe hacer éticamente lo que se puede  hacer técnicamente con los medios de que se dispone en la actualidad? La respuesta es que la ciencia no es neutra desde el punto de vista moral y que debe enmarcar sus investigaciones dentro de una escala de valores  (axiología) que es una característica propia de la Bioética.

Los desafíos éticos de hoy

Las dos  revoluciones de la medicina (Jean Bernard, De la  Biologie à l`éthique , Paris, 1990 )

-Revolución terapéutica (sulfamidas, penicilina)
-Revolución biológica

Descubrimiento de las leyes que rigen la formación de la  vida

Revolución en la concepción de vida y de ser humano

La revolución biológica ha generado un cambio en la reflexión  moral sobre el destino de la humanidad. Hoy ambas revoluciones están unidas y generan los desafíos  éticos que discutiremos a continuación.

Fuentes: es.wikipedia.org / aceb.org / ugr.es / bioetica.org.ec / gfmer.ch


 
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