Carlos Rafael Yllescas M.  
 
  Para qué, por qué y cómo... 19-04-2024 05:55 (UTC)
   
 

Universidad de San Carlos de Guatemala

Centro Universitario de Occidente

Licenciatura en Psicología

Clínica I                                                                                             Documento 02

Lic. Carlos Rafael Yllescas Mijangos

 

 

EL PARA QUE, EL POR QUE Y EL COMO DEL DIAGNOSTICO EN PSICOLOGIA.

 

Dr. Guillermo Arias Beatón.

Facultad de Psicología.

Universidad de La Habana.

 

RESUMEN: En el presente artículo el autor expone sus reflexiones acerca de los propósitos del diagnóstico como categoría general del conocimiento y de la actividad laboral y profesional en general; insiste en el sentido que esta actividad tiene para la Psicología y de forma particular en lo referido a las condiciones para su realización y esencialmente al papel de la orientación teórica. Trata, como siempre, al diagnóstico como un proceso a través del cual se obtienes resultados y se construyen explicaciones y en este caso particular fundamenta lo que se pudiera denominar la ley fundamental del proceso diagnóstico en la Psicologia.

 

PALABRAS CLAVES: Diagnóstico, psicodiagnóstico, evaluación, orientación, consejería.

 

La categoría y el concepto de Diagnóstico se constituye en un instrumento general para todo el proceso de obtención y construcción  del conocimiento, la actividad y la comunicación del ser humano y tiene para el quehacer teórico-práctico de la Psicología un papel significativo. En su noción más general el Diagnóstico es el proceso mediante el cual se busca y construye un conocimiento básico, inicial, introductorio, sobre algo que necesita  de una intervención para promover el curso de su desarrollo o enmendarlo.

 

De acuerdo con este punto de vista un especialista de la mecánica  de autos, por ejemplo, antes de disponerse a reparar un vehículo, se aproxima al problema mediante preguntas al propietario, pruebas al mecanismo por el cual se produce el funcionamiento y observaciones y análisis de los indicadores que le proporcionen las pruebas que le permitan apreciar -todavía como una aproximación, pero mucho mas efectiva que al principio- el tipo de reparación que deberá realizar. Todo el proceso de intervención se puede hacer por ensayo y error pero sin dudas un comienzo más exploratorio, analítico, reflexivo y partir del planteamiento de hipótesis es más orientador y de hecho más efectivo.

 

Cuando un ingeniero o arquitecto se dispone a diseñar y construir una obra determinada necesita un diagnóstico de las propiedades del suelo donde se va a construir, las características y propiedades de los materiales que se emplearan, el servicio que se brindará, las personas que lo utilizaran, entre otros datos importantes y entonces de acuerdo con el análisis y los criterios que se forme él o los especialistas a partir de los datos -no son los datos mismos son una versión construida por el sujeto creador del nuevo objeto- ,[1] se diseña el proyecto y mas tarde se construye. El arquitecto o el ingeniero no concluyen su trabajo de diseño, modelación anticipada hasta que no se concluye su construcción. Durante el proceso se pueden modificar o agregar elementos de acuerdo a como se vayan produciendo los hechos en la práctica.

 

Estos dos ejemplo nos sirven para ilustrar el por qué se puede afirmar que todos los profesionales están obligados, de una u otra manera, a hacer una labor de Diagnóstico en el curso de actividad o labor. Lo significativo es que por mucho tiempo esta tarea ha estado asociada a la labor profesionales de la medicina, pero esto se debe a que, posiblemente, fue en esta actividad profesional donde primero se empleo la palabra para identificar un proceso que le era esencial a esta práctica humana. Además, donde primero se trabajó por una sistematización teórico-práctica de lo que es el Diagnóstico. No obstante, parece inadecuado considerar o derivar de la práctica médica el empleo de este vocablo y además, la realización del proceso, porque si bien en lo general, se cumplen muchas regularidades, en lo particular, cada campo del saber o de la atención a las necesidades humanas, debe emplear sus medios, técnicas, procedimientos y conocimientos específicos de acuerdo con  la naturaleza de su objeto de estudio.

 

Por esto resulta inapropiado trasladar las conceptualizaciones, explicaciones, técnicas y procedimientos del proceso de Diagnóstico de un campo a otro de forma mecánica y directa. Cada actividad profesional debe definir y fundamentar su labor en este aspecto de acuerdo con la naturaleza y características de su objeto de estudio, los métodos que se empleen y el conocimiento particular que se posea acerca de éste.

 

Por muy elemental y sencillo que parezca, resulta esencial precisar que solo se pretende, en esta oportunidad, una vez más, continuar un diálogo eterno sobre un aspecto que como muchos otros, resultan polémicos en la Psicología. El comienzo tiene el propósito de precisar dos ideas esenciales. Primero que no es nada productivo el cuestionamiento del Diagnóstico en la Psicología, porque este proceso es inherente a la actividad de todos los campos del saber y la atención a las necesidades humanas y en segundo lugar, que el cuestionamiento puede centrarse en la especificidad de éste en cada campo y en particular en el de la Psicología cuando él se construye sobre la base del reduccionismo, la transferencia mecánica y sin un análisis y estudio previo que permita su adecuación al campo específico.

 

El estado de cosas en que se ha desenvuelto el Diagnóstico en la Psicología y su polémica teórico-práctica  se debe directamente a las características de la situación en que se ha desarrollado el proceso de construcción del conocimiento psicológico y el estado  en que éste aun se encuentra en cuanto a sus niveles de generalización y explicación del objeto de estudio y de la aplicación de dichos conocimientos a la satisfacción de estas parte de las necesidades del ser humano. La teoría y la práctica del Diagnóstico en esta ciencia, ha sido víctima de los diferentes puntos de vistas que han existido en la Psicología, su hiperbolizaciones, parcialidades e inconsistencias acerca del objeto de estudio y la falta de una integral sistematización.

 

Múltiples reflexiones se pudieran hacer acerca de estos aspectos, sin embargo, lo esencial es realizar una reflexión e intentar un diálogo productivo para que resulte constructivo y a través del cual se puedan vislumbrar algunas explicaciones o soluciones que pudieran ser más aceptadas por consenso.

 

Sin lugar a dudas en la naturaleza de la polémica sobre el Diagnóstico en la Psicología desempeñan  un importante papel lo que parecen ser los problemas fundamentales de la Psicología como Ciencia y sobre los cuales existen diferentes tipos de explicaciones y un estado polémico y no consensual, al menos provisionalmente. Estos aspectos se pueden definir como: la relación dinámica entre las condiciones biológicas, sociales, culturales y los productos-condiciones internos, subjetivos, ideal o psíquico; lo consciente y lo inconsciente, la acción o papel de lo externo y lo interno formado o en proceso de construcción en el sujeto, lo interno como una copia de lo externo o lo interno como una construcción que va estructurando el propio sujeto y la relación entre lo cualitativo y lo cuantitativo dada la complejidad de ver estas categorías en el nivel de lo ideal y subjetivo pero la necesidad del uso de técnicas para la recogida de información; el proceso y los resultados y en particular en el marco de la propia acción del Diagnóstico y  por último esta labor y la intervención o acción educativa, orientadora o terapéutica que realiza el psicólogo.

 

Si bien en otros momentos se presentaran algunas consideraciones sobre estos complejos problemas, en esta oportunidad se brindaran de forma precisa algunos puntos de vistas sobre el para qué, el por qué y el cómo del Diagnóstico en la Psicología para intentar una mejor precisión y quizás, logra una actividad profesional más efectiva.

 

El para qué resulta en parte contestado con algunas de la ideas que dieron inicio a este trabajo, sin embargo, sería bueno precisar que todo diagnóstico se hace para intervenir y ello obliga a puntualizar que éste proceso se constituye en un momento importante que permite la acción social de la ciencia o del área particular del conocimiento. Es un proceso intermedio entre lo teórico y lo práctico, pero este se hace para poder aplicar los logros de la ciencias psicológica en beneficio del ser humano, con el propósito de satisfacer, con la mayor efectividad posible, las expectativas y necesidades que el ser humano le plantea a la Psicología.

 

En este aspecto se cuestiona si el diagnóstico ¿es o no es intervención? Enfatizando el carácter de proceso del Diagnóstico en la Psicología y que por lo tanto no se puede llegar a conocer nada en esta ciencia si no se estudia en su proceso de estructuración o desestructuración, entonces esta polémica se debe inclinar hacia el sentido afirmativo. Sobre este particular es necesario insistir que efectivamente todo proceso de diagnóstico en Psicología es para intervenir y ya es intervención, el problema radica en que es una parte en la que se enfatiza la búsqueda de información y el análisis para un esclarecimiento de lo que necesita el sujeto y aproximarse a qué orientación inicial darle al proceso encaminado a satisfacer las expectativas, exigencias, demandas o necesidades del sujeto y por lo tanto de la intervención que requiere.

 

De la misma manera la intervención es también diagnóstico en tanto, a pesar de enfatizar el proceso de potenciación, estructuración y cambio del proceso de desarrollo del sujeto, constantemente, se están obteniendo datos que verifican o refutan el diagnóstico inicial y además, se va comprobando en que medida la intervención es efectiva y esto solo se logra si con un sentido diagnóstico y evaluativo se precisa cuanto ha variado el diagnóstico inicial en comparación con el momento en que se encuentra el proceso interventivo. Por lo tanto este proceso debe comprender una cantidad determinada de procesos diagnósticos.

 

El Por qué se encuentra muy estrechamente relacionado con el para qué y puede corresponderse y explicarlo la necesidad de poseer una base orientadora sobre la cual iniciar la intervención, lo que parece ser un aspecto esencial en todo proceso de construcción del conocimiento y principalmente en el momento de la aplicación. Sobre la base de esta necesidad, de una u otra forma, todos los especialistas, no obstante su concepción teórica realizan algún tipo de diagnóstico. La intervención qué haremos y cómo la haremos exige saber que necesidades o expectativas posee el sujeto al que se intervendrá, eso permitirá proyectar y planificar un modo de actuar, al inicio de la intervención debido a que, las necesidades y expectativas pueden ser incalculables atendiendo tanto a sus contenidos, como a las formas en que se presenten en cada sujeto en particular.

 

La concepción que se posea acerca de la naturaleza de lo psíquico y el proceso de su formación es lo que le brinda una orientación y establece el contenido del diagnóstico. Sin embargo, independiente de esta condición éste proceso sirve para obtener un conocimiento acerca de lo que se va a intervenir. El psicoanalista necesita conocer la historia infantil del sujeto, traumas y conflictos, las relaciones familiares y las vivencias infantiles porque ello es muy importante para poder orientar el trabajo terapéutico. El conductista insiste en conocer los hábitos, costumbres y conductas que aquejan al sujeto para poder organizar su proceso terapéutico de modificación de esas conductas. Sin dudas esta concepción que posea el especialista si define el cómo del diagnóstico y se constituye en el contenido esencial de este material.

 

El cómo integra tanto, lo instrumental como lo explicativo del proceso de diagnóstico y se relaciona directamente con el producto final o sea el resultado o lo que se obtiene del proceso de estudio y evaluación. Como ya se señaló es este aspecto el más afectado por la concepción que se posea de lo psíquico y su formación el profesional o profesionales que elaboren el diagnóstico, debido a que el diagnóstico psicoanalítico insistirá en la búsqueda de las proyecciones del sujeto, sus ideas acerca de las cosas, sus interpretaciones sobre la base simbólica que les permite conocer los conflictos de origen sexual y de lucha entre el inconsciente y lo consciente en cuanto a determinadas manifestaciones y acciones del sujeto, entre otras vías; pero lo más importante es que toda la información que obtienen la interpretan de acuerdo con las concepciones que poseen acerca de cómo se conforma el mundo de la subjetividad humana.

 

Para los que la concepción histórico-cultural se constituye en un verdadero instrumento de trabajo, el cómo del diagnóstico se logra aceptando la ley genética fundamental del desarrollo pero concibiéndola  y aplicándola de un  modo particular o de cierta manera en su expresión inversa. L.S. Vigotsky define esta ley como que, todo aquello que se forma internamente en el sujeto se expresa en dos planos, primero en el plano externo y luego en el interno, primero en lo interpersonal y luego en lo intrapersonal. Esto implica un proceso de interiorización  o apropiación de los contenidos de la cultura a través de lo social o sea, de las relaciones humanas, la comunicación y la actividad del sujeto con los “otros” portadores ya de esa cultura y de esas estructuras internas.1

 

Primero, según mi interpretación, el sujeto inicia en colaboración e interacción con los adultos o coetáneos más avanzados una comunicación o actividad con los objetos y los instrumentos creados por la cultura humana y comienza, desde las acciones externas, a dominar las propiedades de esos objetos, el sistema de relaciones que en ellos están, y mediante un proceso de fijación y de comparación, se van incorporando nuevas formas de actuar  y de conocimiento acerca del mundo que le rodea, hasta lograr la formación de ideas, concepciones, capacidades, habilidades, entre otras estructuras psicológicas. Es, en este aspecto que puede resultar que la explicación piagetiana y vigotskiana-leonvtiana-wallonniana se correspondan, a través de lo que los autores mencionados plantean en relación con los procesos de asimilación-acomodación, apropiación de lo externo y cultural y el papel del otro en la formación de la personalidad y del sí mismo. 

 

La diferencia pudiera estar en este caso, en que para el primero éste es un proceso intrínseco a los mecanismos de adaptación del ser humano y la vía para restablecer el equilibrio y por lo tanto su explicación, la causa de que ello se produzca, lo ubica en los mecanismos, regularidades y leyes de lo biológico y para los otros, este proceso es esencialmente social, externo y se produce de una manera activa y en colaboración con los adultos y coetáneos, es esta colaboración lo que produce en última instancia, un desequilibrio entre lo que el sujeto posee ya formado internamente y lo que exige el producto de la actividad y la comunicación con los otros, esta necesidad interna, ya del sujeto, es lo que activa los mecanismo de la acomodación de lo nuevo a las viejas estructuras -ya formadas con anterioridad, producto de una regularidad semejante- y posteriormente a una asimilación definitiva de una nueva estructura propia e individual para el sujeto. Se produjo la apropiación, la interiorización.

 

En esta oportunidad se puede insistir que tanto para unos como para el otro, el proceso es muy activo y de reestructuración interna por excelencia, pero para Vigotsky, Leontiev y Wallon todo lo externo que se convierte en interno requiere un proceso complejo y un tiempo para el sujeto en formación y desarrollo. No se produce “per se” se estructura mediante la actividad interna que acontece en el sujeto y producto de su interrelación con los “otros”.2 3 4 5 6

 

Por esta razón parece que lo que plantean algunos autores sobre el carácter ambientalista de la concepción histórico-cultural no resulta completamente satisfactoria, dado que si hay una apreciación ambientalista esta no resulta ser como las que se pueden derivar de las concepciones ambientalistas iniciales o posteriores como las del conductismo. Hay una construcción activa por parte del propio sujeto en el proceso de colaboración con los “otros”, se parte de lo que éste tiene ya formado o estructurado de forma individual o personal  y se produce la acomodación y asimilación de lo que aportan los adultos y los coetáneos  y que se lo brindan en una activa colaboración. Además, se incluye en la explicación que este proceso va encaminando a lograr una autodirección por parte del sujeto, llegando el período, en un momento tardío del desarrollo ontogenético, en que el sujeto se constituye en un “otro” de sí mismo, promueve su propio desarrollo y formación. Esto se produce como ya se señaló,  en un momento tardío del desarrollo y es una de las características del proceso de formación de la personalidad en su nivel mas estructurado. En este momento continúa la acción de los “otros” pero adquiere una dimensión significativa la acción del propio sujeto que, siempre existió pero más mediatizada por la acción de los otros. Esta es la dialéctica compleja de lo externo sobre lo interno, de los “otros” sobre el sujeto y lo interno sobre lo externo y el sujeto sobre él mismo, incluso sobre los “otros”. Quien puede negar que los padres, los maestros y los adultos en general, se transforman a partir de las exigencias y demandas que les plantean sus hijos y alumnos en la interrelación que realizan.

 

Por estas razones no se puede compartir el análisis que presenta Juan Delval cuando afirma: “…Piaget siempre ha insistido en la importancia de la cooperación para el desarrollo y lo ha mostrado, por ejemplo, en sus estudios sobre el juicio moral. Pero no darse cuenta de esto ha llevado a interesarse por la posición de Vigotsky, que sostiene que todo conocimiento es social en su origen (interpersonal y luego se hace individual (intrapersonal). La posición de Vigotsky, aunque aparenta tener otra orientación, supone  volver a cargar el peso de la educación en las condiciones ambientales, mientras que se descuida lo que sucede en el interior del alumno, que vuelve a tener un papel pasivo y deja de ser el protagonista de su aprendizaje. Para Vigotsky, lo que sucede en el interior del sujeto es una copia de lo que pasa en el exterior y las funciones mentales son copias de las relaciones sociales. Vigotsky, que escribió en los años 30, tuvo el mérito en esa época de llamar la atención sobre los factores sociales, pero desgraciadamente no nos dice prácticamente nada acerca de cómo lo que está fuera pasa adentro, y es eso precisamente lo que tiene que explicar el psicólogo,,,7

 

Sobran los comentarios, no obstante se infiere la ausencia de una compresión de la dialéctica de Vigotsky, reduciendo el pensamiento de este autor a niveles increíblemente mecanicistas y a los de una concepción materialista vulgar.

 

Utilizando al propio Vigotsky podemos ver la dinámica del pensamiento de este autor,  cuando afirma precisamente lo contrario de lo que afirma Delval: “La suerte de todas las funciones psíquicas superiores es el proceso de tránsito de fuera hacia dentro ( esto también ocurre con el lenguaje). El tránsito hacia adentro constituye el contenido principal  del desarrollo de las funciones en la etapa de tránsito…Las funciones psíquicas superiores se fundamentan en el dominio de la conducta propia. Solo entonces podemos hablar de formación de la personalidad, cuando se enfrenta la conducta propia8

 

En el análisis sobre el proceso de formación de conceptos L.S. Vigotsky vuelve a plantear: “La formación del concepto es el resultado de una actividad compleja en la cual intervienen las funciones intelectuales básicas. El proceso sin embargo, no puede ser reducido a la asociación, la atención, la imaginación, la inferencia, o las tendencias determinantes. Todas son indispensables, pero, al mismo tiempo insuficientes  sin el uso del signo o la palabra, como el medio a través del que dirigimos nuestras operaciones mentales,  controlamos el curso y las canalizamos hacia la solución de la tarea  con la cual nos enfrentamos   determinantes ”

 

Más adelante Vigotsky puntualiza: “No obstante, la tarea cultural per se no explica el mecanismo de desarrollo que acaba en la formación de conceptos. El investigador debe dirigir sus esfuerzos a comprender los vínculos intrínsecos entre las tareas externas y la dinámica del desarrollo…  9

 

Por último, una condición se constituye en importante, me refiero a la acción individual y personal, dado que de lo que se apropia el sujeto no es de una “copia” como dice, Delval según lo que interpreta de Vigotsky, sino de una construcción personal producto de la interacción entre él y los “otros”. Las siguientes palabras de este autor reafirman el complejo camino de lo social y externo a lo individual e interno y de este último nivel al primero de nuevo, que sigue la formación  y construcción de lo psíquico “En un principio otras personas actúan sobre el niño, después el mismo entra en relación de interacción con quienes le rodean, empieza por tanto a actuar a su vez sobre los otros, finalmente, y únicamente al final, empieza a actuar sobre si mismo”. Por otra parte afirma “Uno se transforma por sí en cuanto sí y en si y se manifiesta por los otros” 10

 

Atendiendo a estos puntos de vistas en función del proceso diagnóstico entonces resulta obvio que el cómo de este procesos se sustenta en una particularidad de la ley mencionada y que se puede enunciar de la siguiente manera Todo lo que se ha formado o está en proceso de formación en el nivel intrapsíquico se puede expresar y conocer a través de lo interpsíquico ( asignación de actividades, tareas, entrevistas, situaciones experimentales, observación del producto de la actividad y la comunicación del sujeto).  Esta se constituye, a mi juicio, en la ley fundamental que rige el proceso de diagnóstico y esencialmente la búsqueda y obtención del cómo.

 

El enunciar esto nos permite fundamentar y precisar que las vías para llegar a conocer lo que está formado o en proceso de formación en el sujeto se puede lograr a través de lo interpersonal y una forma concreta de la acción de los “otros”. Solo interactuando con el sujeto y con la intención de hacer que se exprese lo que en él existen como estructuras psicológicas es que se puede materializar lo instrumental y explicativo del proceso diagnóstico.

 

Sobre esta base se justifica que el “otro” especialista que en colaboración pretende reproducir este proceso, empleando la entrevista, cuyo elemento esencial es el lenguaje verbal y no verbal,  sus significados y contenidos que reflejan las concepciones, ideales, actitudes, sentimientos, desarrollo intelectual y de toda la personalidad; las pruebas de diferentes tipos como las de resolución de tareas cognitivas, completamiento de frases, expresiones pictóricas, sobre la expresión de su psimotricidad, entre otras; la observación de las conductas y manifestaciones concretas en el sistema de relaciones sociales en la familia, la escuela y en el grupo de coetáneos y en los productos de la actividad escolar y productiva. Todas ellas nos devuelven el reflejo desde lo interno y nos permiten apreciar lo que pudiera existir formado, en formación o aun no formado pero con posibilidades.

 

Estos resultados no nos dicen en su totalidad de lo que existe y acontece, como también ocurre en el caso en que lo interpersonal no nos dice, per se, lo que se va a formar internamente. Solo tendremos un nivel de aproximación al conocimiento de lo que se está formado o aconteciendo intrapsíquicamente, que se hará más objetivo y preciso en la medida que el proceso interactivo, la comunicación verbal y no verbal, la actividad del sujeto en colaboración con el especialista, “otro” sea intensa, productiva  y efectiva    

 



[1] El subrayado,  las negritas y las cursivas pretenden resaltar las ideas dentro del artículo y el párrafo en cuestión



REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 

1 Vigotsky L.S. (1987).Historia del Desarrollo de las Funciones Psíquicas Superiores. Editorial Ciencia y Técnica, Ciudad de la Habana.

2 Bringuier JC. (1989)  Conversations with Jean Piaget, University of Chicago Press.

3 Piaget J. Y H. Wallon (1966) Los estadios en la psicología del niño, Ediciones Revolucionarias, La Habana.

4 Wallon, H. (1971) Los orígenes del carácter en el niño, Ediciones Revolucionarias, La Habana.

5 Leontiev, A. N. (1981) Problemas del desarrollo del psiquismo 2, Editorial Pueblo y Educación Ciudad de la Habana.

6 González Rey F. (1994) Comunicación Educativa y el Desarrollo de la Personalidad, Universidad Nacional Autónoma de México, México D.F.

7 Delval J. La obra de Piaget en la Educación, Cuadernos Pedagógicos/ No 244 Febrero Pag. 56-59

8 Vigotsky L.S. Obras Completas, Editorial Pedagogika, Moscú 1984 (en Ruso).

9 ------------- (1981) Pensamiento y lenguaje. Ediciones Revolucionarias, La Habana

10 Manacorda, M. La Pedagogía de Vigotsky, Cuadernos Pedagógicos No. 64 Abril 1980.

 

 


 
  ARCHIVOS
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Psicunoc®2010
 
BIENVENIDO, PUEDE SELECCIONAR TODO LOS ARTICULOS Y PEGARLOS EN WORD PARA FACILITAR SU LECTURA. SALUDOS
  Correo Electrónico
psicunoc@yahoo.com
Hoy habia 11 visitantes (13 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis