Universidad de San Carlos de Guatemala
Centro Universitario de Occidente
Licenciatura en Psicología
Curso:  Clínica II.
Docente: Lic. Carlos Rafael Yllescas Mijangos

FOBIA ESCOLAR Y RECHAZO ESCOLAR

La fobia escolar es una forma de ansiedad de separación en niños que tienen miedo a la escuela. Pueden rechazar ir a la escuela o permanecen en ella con gran dificultad por la ansiedad desproporcionada que sufren al enfrentarse a la separación con las figuras parentales que se produce al asistir a clase.

El rechazo escolar puede suceder por múltiples razones y en algunas circunstancias provocar una crisis. La ansiedad puede contribuir al rechazo y puede estar en relación con la separación de alguno de los padres o de una figura personal relevante, como en el caso de la ansiedad de separación, o con ansiedad respecto a ser capaz de cumplir con las expectativas que los demás depositan en la persona.

Características Clínicas y Diagnóstico

La ansiedad en los niños no suele aparecer en una forma pura. Los niños muy ansiosos pueden sufrir de ansiedad por separación, trastorno de evitación, depresión, crisis de angustia, trastornos del aprendizaje o enuresis funcional. Cada uno de estos problemas puede contribuir a desarrollar un rechazo o fobia escolar de formas diversas. El niño con elevada ansiedad puede estar preocupado por lo hechos futuros, por su capacidad para afrontar alguna área: deportiva, académica o social. Son frecuentes las quejas psicofisiológicas tanto en la ansiedad de separación como en la ansiedad generalizada. El niño puede acudir con múltiple quejas somáticas justificadas como causa de su absentismo. Los síntomas somáticos secundarios a la fobia escolar suelen desaparecer durante las vacaciones y fines de semana. La enfermedad médica auténtica puede desembocar también en rechazo escolar. Otras causas posibles son la existencia de dinámicas familiares patológicas (p. ej., un padre dependiente o que de manera encubierta anima al rechazo escolar), un miedo realista por el hecho de ser objeto de burlas en la escuela, o simplemente dejar de ir a clase sin permiso por vagancia. Los niños con fobia escolar tienen una gran dificultad en salir de casa hacia la escuela, mientras que los que prefieren vagabundear no tienen problemas y afirman desear ir a escuela. En este último caso, además, suelen parecer otros problemas de conducta  (p. ej., agresividad o tendencia a eludir las normas).   Los niños con ansiedad de separación temen que les pueda suceder algo a ellos o a sus padres mientras están en la escuela. La depresión reduce la energía y la motivación y provoca conductas de apego y fobia escolar en los niños.


Orientación Psicoterapéutica y para la Entrevista

El niño con trastorno por ansiedad excesiva puede intentar esconderse detrás de los padres durante la entrevista y habla con gran dificultad. El niño deprimido puede pegarse también a los padres, pero, a diferencia del ansioso, suele acabar conversando. Un niño con quejas físicas debe ser explorado médicamente. Lo padres suministrarán la mayoría de los datos necesarios. Observe y valore la dinámica familiar para determinar si los padres mantienen una relación de doble vínculo con el niño como resultado de sus propias necesidades de dependencia ¿Animan los padres la fobia escolar?

Se puede explique a ambos que es muy importante la vuelta a la escuela, asimismo se le puede explicar al niño que no es imprescindible que asista a clase, pero que estar físicamente en el edificio de la escuela ya es de por sí parte del tratamiento. Busque si  existe alguna área de la escuela (el gimnasio, la dirección  de la escuela, etc.) donde el niño se pueda sentir más cómodo y relajado.

Evaluación y Manejo

1.    Remitir a un examen físico minucioso para descartar una enfermedad física que sea la causa de la fobia escolar. Demostrar que no existe una causa orgánica ayuda al psicólogo a confrontar al niño y a la familia con el origen psicoló¬gico de los síntomas.
2.    Realizar una evaluación psicológica completa para descartar otros trastornos psiquiátricos, como depresión o psicosis, que pudieran ser causa del absentis¬mo.
3.    Obtener una historia de las experiencias escolares que haya tenido el niño. ¿Ha sido objeto de burlas en alguna ocasión?. Los miedos del niño pueden ser realistas y solucionables, manejando el ambiente de la clase.
4.    Si el diagnóstico final es el de fobia escolar, dar a la familia una explicación del miedo e instrucciones referentes al desarrollo de un plan estructurado y consistente de tratamiento diseñado para conseguir que el niño vuelva progresivamente a la escuela cuanto antes. Es imperativo que el niño regrese a la es¬cuela. Puede contactarse con la escuela para que ayude en el proceso que deberá ser realizado en tratamiento ambulatorio. Entre las estrategias que suelen usarse está la de que un adulto acompañe al niño y se siente con él en clase durante períodos de tiempo progresivamente más cortos, o que llame al niño por teléfono a la escuela una vez al día o cualquier otra forma de contacto. Cualquier plan debe tener en cuenta la dinámica de funcionamiento de la familia. En algunos casos se requerirá una psicoterapia familiar o individual de alguno de los padres.


Farmacoterapia
(Unicamente por prescripción Médica).

Cuando este tipo de enfoques no tienen un éxito suficiente, puede utilizarse la imipramina (Tofranil). La medicación deberá prescribirse en el contexto de un plan terapéutico y nunca deberá prescribirse desde la urgencia.


Referencias cruzadas:

Fobia, ansiedad de separación.




Fuente: Kaplan, Urgencias Psiquiátricas.