Carlos Rafael Yllescas M.  
 
  Hipocondría 29-03-2024 06:34 (UTC)
   
 
Universidad de San Carlos de Guatemala
Centro Universitario de Occidente
Licenciatura en Psicología
Curso: Clínica II
Docente: Lic. Carlos Rafael Yllescas Mijangos

HIPOCONDRÍA

Se caracteriza por una preocupación irracional acerca de la propia salud y por la convicción poco realista de que los signos y síntomas físicos son indicativos de una enfermedad médica seria, a pesar de la razonable seguridad de que dicha enfermedad no está presente.

Características Clínicas y Diagnóstico

El miedo a la enfermedad es persistente y lleva por sí mismo a un empeoramiento del funcionamiento social y ocupacional. Un sistema orgánico (o varios) puede ser el centro de la preocupación (véase criterios diagnósticos en el DSM IV).

Alrededor del 10-15% de los pacientes vistos en atención médica primaria son hipocondríacos. La incidencia mayor se da en la cuarta y quinta década. La hipocondría puede ser más frecuente en los familiares de los hipocondríacos que en la población general.

La hipocondría es común en culturas que estimulan la somatización como una expresión del sufrimiento psíquico. Psicodinámicamente, este trastorno ofrece al paciente un camino para adoptar el papel de enfermo y evitar así problemas insuperables o algún estrés desbordante. Los posibles orígenes comprenden: 1) agresión hacia los demás que está reprimida y desplazada hacia los síntomas físicos y 2) defensa contra la culpa en la que los síntomas corporales representan un merecido castigo por algún pecado. Psicosocialmente, el comienzo de los síntomas suele estar precedido por un estresor importante.

Las características clínicas que indican un pronóstico favorable comprenden la presencia de depresión o ansiedad, el comienzo súbito, la edad temprana, la situación socioeconómica elevada, la ausencia de enfermedades orgánicas y de algún trastorno de la personalidad. A menudo los pacientes hipocondríacos se resisten al tratamiento psicológico o  psiquiátrico; si se les propone un tratamiento en un ambiente médico que haga hincapié en el manejo de las enfermedades clínicas crónicas, se podrá mejorar su cooperación. El resultado es malo en un 25% de los pacientes, y otras dos terceras partes de ellos siguen un curso fluctuante en el largo plazo.
Orientación Psicoterapéutica y para la Entrevista

Los hipocondríacos pueden tener también enfermedades orgánicas. Es útil adoptar al comienzo la actitud de que todas las quejas somáticas se deben a un trastorno físico y se debe remitir a una evaluación médica adecuada con inclusión de interconsultas a otros especialistas. Las enfermedades multisistémicas -como el SIDA, lupus eritematoso sistémico, endocrinopatías, esclerosis múltiple, miastenia gravis, enfermedades del SNC, cáncer y sífilis-  pueden ser pasadas por alto en el hipocondríaco. Los exámenes físicos periódicos y otras pruebas no invasivas ayudan a tranquilizar a estos pacientes en el sentido de que sus quejas no están siendo ignoradas. Mantener una actitud comprensiva sin reforzar la conducta del enfermo.

Identificar los trastornos psiquiátricos mayores, como ansiedad y depresión, ya que la presencia de los mismos sugiere tratamientos definitivos que pueden mejorar el pronóstico.


Evaluación y Manejo.

1.    Descartar enfermedades físicas genuinas; incluso un hipocondríaco conocido puede caer enfermo. Sin embargo, evítese la repetición innecesaria de pruebas.

2.    Investigar si hay trastornos depresivos o por ansiedad, en especial ataques de pánico. Asimismo, averiguar si hay delirios somáticos, obsesiones y compulsiones.

3.    La terapia de grupo puede ser el tratamiento de elección, ya que mejora las capacidades adaptativas. Los grupos pro¬porcionan además contactos sociales y apoyo. La psicoterapia introspectiva individual también puede resultar eficaz.


Farmacoterapia
(Unicamente por prescripción Médica).

No hay un tratamiento farmacológico específico indicado en la hipocondría. En los estados de ansiedad puede ser beneficioso un ansiolitico; por ejemplo, alprazolam (Trankimazín) 0,5 -1 mg V.O., oxacepán 10-30 mg V.O. o loracepán (Orfidal) 1 mg V.O. o I.M. Si el curso es episódico como un trastorno depresivo, hay que hacer el diagnóstico de depresión.   La aparición de hipocondría por vez primera en un anciano también es sugerente de depresión.   El tratamiento con un antidepresivo puede aliviar la depresión subyacente y la hipocondría a la vez.  En el trastorno por ansiedad, los síntomas hipocondríacos pueden responder a las benzodiacepinas o a los antidepresivos. Si los síntomas psicóticos sugieren un trastorno delirante, pensar en los neurolépticos.


Referencias cruzadas:

Ansiedad, trastorno límite de la personalidad, depresión, cefalea, simulación, trastorno por ansiedad (panic disorder).

Fuente: Kaplan, Urgencias Psiquiátricas

 
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